Raquel Carmona: «Es importante fomentar la salud mental materna, igual que se tienen presentes los cuidados físicos básicos»

Raquel Carmona es psiquiatra, directora del programa de salud mental perinatal del Área Norte de Córdoba y docente la formación en Psiquiatría Perinatal del Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal. Para la experta es fundamental la formación de los profesionales en el ámbito de la perinatalidad, pero también la mejora de la accesibilidad de las mujeres que sufren trastornos mentales perinatales, la visibilización de los trastornos mentales perinatales y la creación de políticas que piensen en las madres, los bebés y las familias.

¿Cuándo debe ser atendido un malestar de salud mental en el embarazo y cuándo es algo normal adaptativo?

Para poder diferenciarlo, hay que evaluar de forma minuciosa los factores biológicos, psicológicos y sociales que rodean la maternidad en la mujer. Se atiende profesionalmente aquel malestar que constituye clínica, que conforma una psicopatología de intensidad moderada o grave. Sin embargo, a veces, por la propia vulnerabilidad del embarazo, lo normal y adaptativo también necesita apoyo, un espacio profesional de escucha empática y respetuosa que resuelva las dudas que la madre tenga. Es conveniente que si aparece malestar en la etapa perinatal, se consulte con especialistas para que puedan asesorarnos al respecto.

La ansiedad y la depresión son los dos trastornos de salud mental más habituales durante el embarazo. ¿Cuánto influye en esto el ritmo de vida actual?

El ritmo de vida actual influye en todas nuestras facetas. Por supuesto también en el embarazo. Es el momento en el que muchas mujeres se cuestionan aspectos que dan por sentado, la profesión que eligieron o los turnos que deben hacer para llevarla a cabo. La conciliación entre el trabajo y la maternidad es difícil y compleja y nos somete a un aumento de estrés durante los primeros meses de embarazo que puede hacer que surja un episodio ansioso o depresivo. Las políticas generales, locales y de empresa deberían estar más centradas en esto, pero aún no es así.

Es importante que fomentemos la salud mental materna igual que se tienen muy presentes los cuidados físicos básicos cuando una mujer está embarazada. Igual de importante para la salud materna y del bebé es comer de forma saludable como tener momentos de ocio y lugares de trabajo conscientes y respetuosos con la perinatalidad.

Es importante que fomentemos la salud mental materna igual que se tienen muy presentes los cuidados físicos básicos cuando una mujer está embarazada.

Es importante que fomentemos la salud mental materna igual que se tienen muy presentes los cuidados físicos básicos cuando una mujer está embarazada.

¿Puede darse tratamiento psicofarmacológico en el embarazo?

Sí. Se puede, y se debe si llega a ser el caso. Es importante que las embarazadas sepan la importancia de tomar psicofármacos cuando los síntomas que presentan los requieren. Estar bien evaluadas y tratadas contribuye a que el embarazo transcurra con salud. Repercute en la salud de la madre y del bebé, y en la estabilidad de la familia.

Hago hincapié en que también los compañeros médicos deben conocer la relevancia de los tratamientos psicofarmacológicos en el embarazo cuando son necesarios. Sigue siendo habitual la interrupción brusca de tratamientos que permiten que la mujer esté estabilizada solo lo por el mero hecho de conocer un estado de gestación. Este hecho aumenta la probabilidad de recaída de la patología previa en casi en un 80% de los casos. La información en este campo es la clave.

¿En qué casos estaría recomendado?

Los psicofármacos están indicados ante patologías de carácter moderado o severo. La psiquiatría perinatal, como especialidad, evalúa precisamente la idoneidad de los tratamientos según el carácter de la clínica, antecedentes previos, personales o familiares y el momento del embarazo en el que se encuentra la madre, para consensuar con la mujer el tratamiento más adecuado.

¿Qué tipo de fármacos no estarían aconsejados?

Los médicos seguimos las recomendaciones europeas y estamos actualizados sobre aquellos medicamentos que deben darse con cautela y siguiendo premisas más personalizadas. Hay muy pocas contraindicaciones absolutas. Es importante consultar las dudas con los profesionales referentes antes de interrumpir un tratamiento.