En España, las madres con trastornos mentales graves en el posparto enfrentan la dolorosa separación de sus bebés debido a la falta de unidades de hospitalización madre-bebé, una carencia que causa sufrimiento a muchas familias. A pesar de que la mayoría de estas madres podrían recuperarse con el tratamiento adecuado, los ingresos sin sus bebés resultan en la supresión de la lactancia y dificultades para restablecer el vínculo. Una iniciativa destacada es la del Hospital de Llerena, Extremadura, que ha implementado un programa piloto de hospitalización conjunta para madres con psicosis puerperal y sus bebés.
Carmen Ayala, supervisora del área de Salud Mental en este hospital, explicó en una entrevista reciente que el programa permite un contacto inicial por videollamada tras el ingreso de la madre, seguido de períodos donde la madre puede estar con el bebé fuera del área de ingreso. Finalmente, el recién nacido comparte la habitación con la madre, supervisado, para fomentar su cuidado por parte de la madre.
Este proyecto pionero en España, implementado con éxito en dos casos el último año, busca fortalecer el vínculo materno-filial en situaciones de salud complicadas. Recientemente premiado por buenas prácticas, involucró a todo el equipo de salud mental y obstetricia del hospital. Carmen Ayala destaca la positividad y el potencial replicable de este proyecto en otras áreas de salud.